Si bien le dedicamos la nota de apertura de este blog, no está demás volver sobre el tema para mostrar lo que podría ser una de las primeras páginas de «Ocalito y Tumbita», ya que apareció en un ejemplar de Billiken de Abril de 1943; comparándola con la página inferior fechada en 1971 se tiene una clara idea de la evolución gráfica de la serie creada por Vidal Dávila. Y para completar una tapa que debe ser también de inicios de los 70 dedicada a las nuevas aventuras de estos personajes, distinción nada frecuente en la revista y demostrativa de su popularidad.
De Arístides Rechain ya nos hemos ocupado en MIL PLUMINES a través de la ficha respectiva y en PAMPA, PLUMÍN Y FACÓN (Top Comics), notas que han sido utilizadas en otos blogs no siempre citando la fuente. Pensábamos que su participación en Billiken se limitaba a la adaptación de «Una excursión a los indios Ranqueles» realizada en 1937 pero sabemos ahora que esa colaboración se extendió al menos hasta 1941. En dicho año Rechain tenía a su cargo una página titulada «Lecciones de Dibujo» y es muy probable que colaborara también con ilustraciones. En un ejemplar de Diciembre de 1941 puede verse también un aviso publicitando el Curso de Dibujo de los Estudios Rechain.
Nacido en Rosario en 1889, publicó sus primeros trabajos en la revista Fray Mocho y fue luego el creador de “La página del Dólar (una marca de cigarrillos), a la que seguiría hacia 1925 “La familia de Don Sofanor” –ambas en la revista La Novela Semanal- lo que hace de Rechain uno de los iniciadores de la historieta argentina junto con Arturo Lanteri, Linage, Redondo y Quinterno, ente otros.
Gran conocedor de los temas camperos (a su muerte dejó inéditas una serie de acuarelas sobre pelajes de caballos criollos) Rechain se vuelca luego a la ilustración y hace en la década del 30 sus primeros aportes a la historieta no humorística. “Yo seguía a los que hacían gauchesca: Arístides Rechain, Rapela, Roux” (…) diría alguna vez Carlos Casalla aludiendo a quienes habían influido en su decisión de dedicarse a dicho género, palabras que ponen de manifiesto la trascendencia de este gran dibujante fallecido en 1962. Como ilustrador, además de en La Novela Semanal y Billiken Rechain colaboró en El Suplemento, Caras y Caretas, Plus Ultra, Atlántida, Para Ti, La Prensa, Ahora, Crítica y Libre Palabra, entre otras publicaciones.
Publicada por primera vezen Junio de 1938 la creación de Joe Shuster y Jerry Siegel no tardaría en llegar a los lectores argentinos a través de dos revistas: El Tony y Billiken, aunque rebautizado como «El Hombre de Acero» y «El Superhombre» respectivamente. No sabemos la fecha exacta en la que llegó a Billiken pero aquí les ofrecemos una doble página publicada en Diciembre de 1941 y otra de 1943.
Junto con Manuel Ugarte, Bensadón fue uno de los primeros dibujantes con los cuales contó Biliken para ilustrar sus contenidos, que inicialmente habían sido de origen inglés y referidos casi exclusivamente a historietas y narraciones de aventuras, al punto que en 1927 no se encontraba rastro alguno del material de tipo didáctico o de apoyo escolar que luego caracterizó a la revista.
Dicho panorama cambia a partir de 1936/37 con la aparición de distintas páginas en las cuales se desarrollan temas correspondientes a los distintos Grados de la escuela primaria que se suman a a clásica sección «Nuestra Historia», vigente desde hacía varios años. Es precisamente Bensadón uno de los dibujantes encargados de ilustrar temas como «Nuestro alimentos» o «Nuestros vestidos», tarea a la que suma la realización de la historieta «Chang, el detective más joven del mundo» que se prolongó hasta entrada la década del cuarenta.
Respecto a dicha serie encontramos un libro editado por Atlántida en 1929, siendo lógico pensar que años más tarde se haya decidido llevarlo a la historieta. En cuanto a Bensadón no existen casi datos sobre su carrera, salvo la publicación de una serie humorística en Para Tí, también en la década del treinta (Carlos R. Martinez)
George «Gabby» Hayes (1985-1969) fue un actor radiofónico, cinematográfico y televisivo estadounidense, conocido principalmente por sus numerosas actuaciones en películas de género western interpretando al personaje compañero del protagonista, fuera este Roy Rogers, Gene Autry, Randolph Scott e incluso John Wayne. En 1950 realizó su última actuación en cine y pasó a la televisión presentando la serie western «The Gabby Hayes Show hasta su retiro en 1956. Esa fama le valió tener también su propio comic book titulado «Gabby Hayes Western» editado inicialmente por Fawcett Publications y luego por Charlton Comics entre 1948 y 1957 aproximadamente. Tal el origen del material que se publicó en Billiken desde mediados de los años cincuenta (la página que aquí se muestra es de 1958) donde se rebautizó al personaje como Barbitas Carter.
¿Y con qué empezamos? fue la pregunta que nos hicimos al momento de escribir la primera nota para este blog, un interrogante difícil de responder dada la cantidad de opciones. Nos inclinamos en definitiva por un clásico de Billiken: «Ocalito y Tumbita» de José Vidal Dávila, una serie cuyo humor entre ingenuo y delirante estuvo presente en la revista desde la década del cuarenta y hasta al menos 1971, aunque por supuesto con diversos paréntesis en su publicación. Como muestra de esa trayectoria ofrecemos aquí una versión de 1950 cuando la serie ocupaba dos tercios de página y una doble página de 1970 a todo color. En esta última tapa a la historia central se agregaba un gag paralelo desarrollado en una franja de apenas 1,5 cms de alto.
Aunque recordado especialmente por sus creaciones en el dibujo humorístico, José Vidal Vidal Dávila (1916?-1974) tuvo en sus inicios una destacada actuación en la historieta de aventuras, labor que comienza hacia 1931 en revistas que hicieron punta en el género como Pololo, Mustafá y Barrilete, todas ellas editadas por los hermanos Sillas. Alternando el humor y lo serio Vidal Dávila dibujó en esas revistas las historietas “Douglas Watson” (Mustafá, 1931), “El solitario” (1935), “En busca del tesoro blanco” (1935), “Las andanzas de Chancleta” (1934), “La marca de acero” (1935), “Kharú el hombre misterioso” (1937) con guión de Leonado Wadel, “Kochang” y “Dick y los piratas amarillos”. Mientras que en El Tony fue uno de los varios dibujantes de “Raulito el gato atorrante”.
Posteriormente formó parte del grupo de colaboradores de la revista Fenómeno en la cual dibujó en 1941 “El Capitán Walter, terror de los aires”, trabajo que firmaba como Vidal J.D. Vuelve a ser Vidal Dávila para la ya citada “Ocalito y Tumbita” que comienza a publicar en Billiken a inicios de los años cuarenta y en una sección de humor en la revista Suspenso, en 1949. En 1955 realiza “Los mellizos Tiki y Toko” y en 1957 la serie “Titanes del Espacio”, ambas en la revista MundoInfantil y una década después en Anteojito (1966) la historieta “Hora Cero” y en 1968 otra humorística en la línea de Ocalito y Tumbita titulada «Don Goyo y Monicoco».